Luego de la partida de Bilardo y la llegada del siempre carismatico Bambino Veira al banco Xeneize se debían disponer la llegada de refuerzos para gerarquizar un plantel que a duras penas había salido a mitad de tabla el torneo anterior. Una de los mayores debilidades del conjunto de la rivera era el mediocampo, por lo que se pensó en Alfredo Berti para mejorar las prestaciones del equipo.
Desde el vamos la relación fue complicada, ya que Newells se encontraba inhibido por las altas deudas que poseía y no podía ni comprar ni vender jugadores, por lo que Berti estuvo más de 3 meses entrenándose con el plantel sin poder jugar, finalmente y tras un reclamo de Fútbolistas agremiados se lo habilito para que defendiera los colores azul y hora.
En mayo del 97 al fin se daba su esperado debút y como titular, rápidamente se convirtió a los ojos del Bambino en un indíscutible del once inicial.
El 20 de noviembre contra Ferro, Berti debió abandonar el campo de juego por un esguince de tobillo, el santafesino no quería perderse la definición del campeonato que tenía a Boca y a River palmo a palmo por el campeonato, por lo que pidió jugar aún sin el alta correspondiente.
Asi fue como de un simple esguince la cosa pasó a mayores. Esa tarde tuvo que retirarse a los 20 minutos del primer tiempo y más tarde se comprobó que sufría una osteocondritis en el tobillo, lesión de la cual es difícil volver…y ya verán por qué.
Para entender cuál fue el problema que desembocó en su paso fugaz por la institución hay que empezar por aquí. Luego de haberse lesionado fue sometido en diciembre de 1997 a una primera intervención hecha por el doctor Arnoldo Albero, quien era el médico del plantel en plena era del Bambino. Sin embargo, el volante central se resintió por lo que se debió practicarle una segunda operación, realizada a principios de abril de 1998. Previo a llevarla a cabo se realizó una junta médica para resolver los pasos a seguir en el futuro. En este “meeting” participaron Arnoldo Albero y Juan Carlos Rodofile (médicos de Boca), Roberto Avanzi, Miguel Crespo, Ignacio Astore, que era médico de Newell´s y, dato no menor, amigo de Berti, además del doctor Ranaletta. Allí se resolvió que se debía operar nuevamente por lo que Berti solicitó un permiso al club para que la intervención fuese en conjunto con Astore y Albero, pedido que fue aceptado sin problemas por la Ribera.
La cita fue un día miércoles en el consultorio de Ranaletta, y Albero fue a las 13 horas. Cuando parecía que todo estaba arreglado entre las partes, la sorpresa fue grande cuando el médico de Boca llegó y se encontró con que a Berti ya se le había hecho una artroscopia una hora antes de lo pactado. Algunos dijeron que hubo un malentendido de horarios, pero lo cierto es que el médico se enojó mucho por la noticia. Hasta el día de hoy no se conoce con certeza que pudo haber sucedido para que la relación entre Berti y Albero se quebrase durante la recuperación pero lo cierto es que a partir de ese día Berti perdió la confianza en el doctor.
Lo que prosiguió fue una nueva operación, la tercera ya, esta vez a cargo del médico Batista y 1998 que se iba sin noticias del jugador hasta que en agosto apareció entrenando en Casa Amarilla. Dije entrenando, porque desde ese fatídico día de noviembre de 1997 Berti no volvió a pisar una cancha vistiendo la camiseta de Boca. Bue…vamos a ser buenos. Una noche de verano en Mendoza frente a Racing ingresó a los 24 minutos del segundo tiempo por Pereda.
Pero la historia de Berti no termina aquí. Según él, el sinfín (?) de lesiones que tuvo no fueron culpa suya sino de los médicos xeneizes y fue por eso que inició acciones legales por las cuales Boca, que perdió el juicio, tuvo que abonar la módica suma de 2.000.000 de dólares. Además, la historia sumó una nueva página cuando el todavía volante de Boca fue desalojado del hotel Los Dos Chinos, lugar donde por entonces concentraba el plantel y donde el jugador vivía desde que había sido operado por última vez. Antes residía en un departamento cuyo alquiler pagaba Boca. Luego de haber sido echado de ese alojamiento de lujo, Berti retiró sus pertenencias de Casa Amarilla y emprendió viaje hacia Empalme Villa Constitución, su ciudad natal, para ya no volver no sin antes acusar al presidente de “mentiroso y demagogo”. Sin embargo, la respuesta de Macri no se hizo esperar: “...reclama premios de partidos que ni jugó. Creo que no nos corresponde pagar eso. Si los jugadores están de acuerdo con el reclamo de Berti, que vayan al cajero automático y saquen el dinero para hacer una vaquita y pagarle. Nosotros ya nos hicimos cargo de las tres operaciones que se hizo y hasta le ofrecimos, si no podía volver a la actividad, integrarse al cuerpo técnico...".
Durísimas las palabras pero más duro fue aguantar a esta piedra durante tantos años con mucho más protagonismo en un consultorio que en un terreno de juego.
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La verdad no tenía ni idea que este muchacho había jugado en CABJ, hasta que en el último partido en la Bombonera saludó a Riquelme y lo dijeron los relatores...Buena historia, podría ir a "Son Decisiones" de la Baldosa, se hubiera aguantado el esguince de mierda en el tobillo...
ResponderEliminaraqui falta el comentario de Garza, que seguro sabe aun mas (y tal vez ponga el punto de vista del hincha de newells). y si, por querer forzar un esguince para jugar una tarde te da una osteocondritis y no juegas mas... me recuerda a una enfermedad que tuve, que ya la mencione en el tag (?)
ResponderEliminar"azul y hora"... ¿? SOS UN HIJO DE PUTA. QUISISTE PONER ORO CON H ????
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