Linda camiseta ke esta utilisando el Recreativo de Huelva en la segunda division del futbol español en esta temporada.La marca ke la iso es Hummel,kisas la publisidad no la ayude demaciado pero la verdad con el gran diseño la an asta llegado a aser pasar desapersibida,mui buen trabajo de una marca ke no es de las mas conosidas...ROCHO
viernes, 28 de diciembre de 2012
Recreativo de Huelva (Alternativa) 2012
Linda camiseta ke esta utilisando el Recreativo de Huelva en la segunda division del futbol español en esta temporada.La marca ke la iso es Hummel,kisas la publisidad no la ayude demaciado pero la verdad con el gran diseño la an asta llegado a aser pasar desapersibida,mui buen trabajo de una marca ke no es de las mas conosidas...ROCHO
sábado, 22 de diciembre de 2012
Rudy Cardozo
Otro volante ofencibo de Bolivia Rudy Cardozo,nasido en Tarija en el año 1990.Rudy debutaria en el año 2010 en el Bolivar ,sus buenas actuasiones lo llevarian a kedarse con la camiseta numero 10 de la academia.En el 2011 seria campeon del torneo apertura con el Bolivar y el Panathinaikos griego mostraria interes en el y tamvien recivio ofertas de Francia pero se kedo en su pais.En septiembre de 2012 el FC Alania Vladikavkaz de Rusia intento contratarlo pero no paso el examen medico y se tuvo ke volver al Bolivar.Tamvien es integrante de la seleccion boliviana.Rudy Cardozo es un enganche con velosidad y abilidad,explosivo y parece dificil ke el Bolivar lo pueda retener...ROCHO
sábado, 15 de diciembre de 2012
Alternativa de Lyon (2010-2011)
Es mui abitual ver lindas camisetas en el futbol frances y esta no es la esepsion.La camiseta alternativa del Olympique Lyon de la temporada 2010/2011 con colores mui paresidos a los de Rusia ke mostramos en otra entrada de esta seccion (por no decir los mismos colores) y unos dibujos ke le danun toke mui especial a la camiseta...ROCHO
martes, 11 de diciembre de 2012
Diego Rolan
viernes, 7 de diciembre de 2012
Montolivo y Sanchez
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| Riccardo Montolivo |
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| Fernando Sanchez |
lunes, 22 de octubre de 2012
Emiliano Vecchio (Para Garza)
jueves, 18 de octubre de 2012
Especial:Los ke se fueron antes del post
CARLOS BACCASi alguien nos sigue desde el tag de Enunabaldosa o Renaldinhos avra visto la lista de jugadores a tener en cuenta ke di , y bueno ya varios de ellos fueron posteados pero otros como dice el titulo fueron vendidos en su mayoria a Europa antes de ke llegue su post,como ninguno kiere faltar en esta pagina van a tener su mersido homenage.
El delantero colombiano ke jugaba
en el Junior aora se encuentra en el Brujas de Belgica y es convocado con continuidad a la seleccion colombiana.
IVAN PIRIS
VICTOR AYALA
EDUARDO VARGAS
LUIS SEIJAS
RICARDO MAZZACOTE
ALEXIS ROLIN
CARLOS CARBONERO
SEBASTIAN COATES
COMO LES FUE A ALGUNOS DE LOS POSTEADOS:
NICOLAS FREITAS:El volante central de Peñarol se encuentra en Argentina jugando el torneo nacional B para Rosario Central...ROCHOlunes, 8 de octubre de 2012
Palmeiras-Cerro Porteño (2006)
miércoles, 3 de octubre de 2012
Jhasmani Campos
Les voi a presentar al primer jugador boliviano de los cracks de rocho,se trata de Jhasmani Campos el joven jugador del Bolivar de La Paz.Jhasmani nasio en el año 1988 y de chico estuvo en la Academia Tahuichi y jugando en un torneo con esta academia en 2005 fue visto por un cazador de talentos del Gremio de Porto Alegre y se lo llevaron a las inferiores del equipo tricolor,pero luego de negosiar con la Academia Tahuichi no llegaron a un acuerdo y el mago volvio a bolivia y mas tarde (en 2006) firmaria con el Oriente Petrolero donde rapidamente se ganaria un pusto en el equipo titular y se transformaria en un jugador fundamental para los albiverdes , ya con 18 años era uno de los mejores jugadores de la liga boliviana,en 2011 fue comprado por un grupo inversor ke lo insertaria en el Bolivar club en el cual permanese actualmente,un dato curioso, resien llegado no le fue bien porke en la pretemporada se le callo una pesa en el pie y estubo a punto de perder un dedo.Campos partisipo en la Seleccion sub 20 de Bolivia y aora juega en la seleccion mayor,tamvien jugo la Copa America de 2011.Jhasmani de nombre poco usual se destaca por ser abilidoso y por tener una gran pegada ke mas aun se aprovecha en la altura de La Paz ay kienes le disen EL MESSI BOLIVIANO...ROCHO
sábado, 29 de septiembre de 2012
Rodriguez y Alvarez
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| Patricio Rodriguez |
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| Cristian Alvarez |
martes, 25 de septiembre de 2012
Richard Ortiz
jueves, 23 de agosto de 2012
America-Sao Caetano (2004)
martes, 14 de agosto de 2012
Jose Ariel Nuñez
lunes, 6 de agosto de 2012
Torres y Robayo
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| Aureliano Torres |
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| Rafael Robayo |
miércoles, 1 de agosto de 2012
Robin Ramirez
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| Ni el Capitan America, ni Batman, el es Robin |
domingo, 29 de julio de 2012
"Domingos por la tarde" Eduardo Sacheri
Era como si el fin de semana se desinflara de pronto, como esos globos rojos de papel que se encienden para fin de año y que de repente y por el motivo que sea (porque los encendimos con demasiado kerosene, porque demoramos en soltarlos, porque se enredaron en el cable de la luz o porque los sorprendió una ráfaga de viento) se balancean, se incendian y se vienen abajo. Los domingos a la tarde era como si esa euforia, ese gusto por vivir que arrancaba los viernes después de la escuela, nos abandonara de repente.
Al terminar el almuerzo, en la sobremesa de párpados pesados, surgían como espectros los primeros síntomas del lunes. Un padre o una madre que nos preguntaba si teníamos “armada la valija” (en esos tiempos, a la escuela uno iba con una valija de cuero con herrajes de metal, y las mochilas se usaban solo para acampar), y era como un sopapo de realidad y de obligaciones que nos restallaba en el rostro. La gente grande enfilaba con paso errático hacia su pieza para dormir la siesta, y a nosotros no nos cabía en la cabeza que fuesen capaces de malgastar así su tiempo, ese tiempo de arena fina y seca que empezaba a escurrirse hacia la noche sin que supiésemos cómo detenerlo.
Muchos domingos nos salvaban los pibes. Los otros pibes del barrio. Los que venían a buscarnos con la pelota bajo el brazo, dispuestos a mantener a raya a los fantasmas, por lo menos hasta la hora del crepúsculo. Entonces uno salía a la vereda y el sol no era tan inútil, ni el lunes tan amenazante. Pero en aquellos tiempos existía un peligro inminente que pesaba sobre esas diversiones postreras del fin de semana: las visitas a los parientes. No sé si en esa época las familias eran más grandes, o lo que eran grandes eran las obligaciones para con las tías y los padrinos, pero muchas veces los domingos a la tarde lo que pasaba era que dos, tres, cinco, o casi todos los pibes de la barra, se iban “de visita”.
En esas tardes particularmente funestas uno podía tocar cinco o seis timbres y encontrarse con idéntico resultado: la puerta apenas abierta, el rostro macilento de nuestro amigo imposibilitado de salir a jugar, muchas veces ya bañado y vestido para salir, y la frase fatal de “Nos vamos de visita”. ¿Qué podía hacerse entonces? Nada. Mascullar un “Ah, qué lástima, nos vemos”, picar la pelota un par de veces y seguir de largo. Y si ese fracaso se repetía en cuatro, en cinco casas, la tarde del domingo estaba definitivamente perdida.
Los que se quedaban se sentaban, desganados, en el cordón de la vereda. Y los que se iban, bien vestidos y mal que mal bañados, irían saliendo a la vereda para partir con sus familias en pleno. A los que tenían auto los veíamos pasar, borrosos, detrás de la ventanilla trasera del Falcon o del Renault 12. Los que no, pasarían caminando en grupo hacia la estación, o la parada del colectivo.
Los que partían tampoco estaban contentos. En el rápido cruce de miradas entre los que se iban y los que no, uno se daba cuenta de que los que partían hubieran preferido quedarse, aunque fuese aburriéndose al lado de los otros, en el cordón, antes de gastar las últimas hilachas del fin de semana apretujados en el asiento de atrás de un auto, aturdidos por los gritos de los hermanos menores y atorados en un embotellamiento en la General Paz o el Camino de Cintura. O con la nariz pegada a la ventanilla de la Costera Criolla en un viaje interminable a lo de la tía Beba residente en Los Polvorines o en Ezpeleta.
Pero igual se iban, porque en esos tiempos a ninguno se le hubiera ocurrido plantarse frente a los padres para decir “A lo del abuelo Chicho no voy ni amordazado”, o “Estoy harto de que la casa de la madrina quede en Villa Lugano y de que ella me pellizque las mejillas al saludarme”. Eramos demasiado dóciles y bien educados para esos desplantes.
Y los que quedaban en el barrio resultaban demasiado escasos para un fútbol callejero, una escondida o un quemado, y se gastaban la tarde en juegos inapetentes, que se extinguían antes de terminar de tomar forma.
Eramos demasiado chicos para que nos interesaran las transmisiones de fútbol. Veíamos a los grandes atarearse, después de la siesta, revisando boletas de Prode, anotando goles y soñando vanamente con amanecer, el lunes, millonarios. Hace tanto tiempo de lo que estoy contando que todos los partidos se jugaban a la misma hora, la fecha completa, porque era más justo, porque ese era el privilegio de los clubes de Primera división, y porque a nadie se le había ocurrido todavía negociar con derechos televisivos. Pero los partidos por radio, para nosotros no pasaban de ser un rumor que servía de música de fondo para nuestros juegos o, como en domingos como esos, para nuestro aburrimiento y nuestro desgano.
Algunas de las peores diabluras que recuerdo haber perpetrado en mi niñez fueron hijas de esas tardes de domingo sin amigos y sin nada que hacer. Será por eso que creo que la maldad, en ocasiones, es hija del aburrimiento.
Y creo también que nunca pude sacarme de encima, por completo, el estigma de esas tardes de domingo alicaídas y tristes. Ya no se usa, como antes, visitar parientes viejos que vivan en la otra punta del mapa y nos esperen con facturas o budines, listos para pellizcarnos las mejillas. Una opción para sacudirme esa hojarasca de tristeza es ir a la cancha. A la que toque. A la que sea. No digo la de Independiente, porque desde que la fecha de fútbol se juega toda dividida es muy difícil que a tu club seguro le toque jugar el domingo a la tarde. Salvo que seas de Boca o de River, que tienen sus horarios estipulados y con garantía, claro.
Por eso, si a mi equipo no le toca el raro privilegio de jugar el domingo a la tarde, ya durante la mañana me preocupo por buscar en el diario, con cierta desesperación, un partido para ir a ver a la tarde. Por suerte mi hijo varón me ha salido futbolero, de modo que si le digo de ir a La Plata, Tigre, La Paternal o Sarandí a ver el partido que sea me dirá que sí y allí nos iremos.
En el camino tendremos, de fondo, la previa por la radio. Una previa escuálida, raquítica, demacrada, escalonada en los poquitos partidos que tocarán esa tarde. E iremos hablando de fútbol. O digamos más bien, discutiendo, porque mi hijo está en plena adolescencia y eso lo conduce a estar cada vez más convencido de que lo que su padre piensa –en materia de fútbol, o de política, o de filosofía, o de origami, o de mujeres, o de normas de convivencia, o de técnicas constructivas, o de recetas para preparar un té- es una redomada estupidez y está seguramente equivocado.
Y yo, mientras manejo, y disfruto de esas acaloradas discusiones, me pregunto qué domingos a la tarde serán mejores, si estos o aquellos, si los suyos o los míos. Lástima que, como en tantas otras cosas, no tengo la respuesta.
Eduardo Sacheri, Revista "El Gráfico"
Noviembre de 2011
Muchos domingos nos salvaban los pibes. Los otros pibes del barrio. Los que venían a buscarnos con la pelota bajo el brazo, dispuestos a mantener a raya a los fantasmas, por lo menos hasta la hora del crepúsculo. Entonces uno salía a la vereda y el sol no era tan inútil, ni el lunes tan amenazante. Pero en aquellos tiempos existía un peligro inminente que pesaba sobre esas diversiones postreras del fin de semana: las visitas a los parientes. No sé si en esa época las familias eran más grandes, o lo que eran grandes eran las obligaciones para con las tías y los padrinos, pero muchas veces los domingos a la tarde lo que pasaba era que dos, tres, cinco, o casi todos los pibes de la barra, se iban “de visita”.
En esas tardes particularmente funestas uno podía tocar cinco o seis timbres y encontrarse con idéntico resultado: la puerta apenas abierta, el rostro macilento de nuestro amigo imposibilitado de salir a jugar, muchas veces ya bañado y vestido para salir, y la frase fatal de “Nos vamos de visita”. ¿Qué podía hacerse entonces? Nada. Mascullar un “Ah, qué lástima, nos vemos”, picar la pelota un par de veces y seguir de largo. Y si ese fracaso se repetía en cuatro, en cinco casas, la tarde del domingo estaba definitivamente perdida.
Los que se quedaban se sentaban, desganados, en el cordón de la vereda. Y los que se iban, bien vestidos y mal que mal bañados, irían saliendo a la vereda para partir con sus familias en pleno. A los que tenían auto los veíamos pasar, borrosos, detrás de la ventanilla trasera del Falcon o del Renault 12. Los que no, pasarían caminando en grupo hacia la estación, o la parada del colectivo.
Los que partían tampoco estaban contentos. En el rápido cruce de miradas entre los que se iban y los que no, uno se daba cuenta de que los que partían hubieran preferido quedarse, aunque fuese aburriéndose al lado de los otros, en el cordón, antes de gastar las últimas hilachas del fin de semana apretujados en el asiento de atrás de un auto, aturdidos por los gritos de los hermanos menores y atorados en un embotellamiento en la General Paz o el Camino de Cintura. O con la nariz pegada a la ventanilla de la Costera Criolla en un viaje interminable a lo de la tía Beba residente en Los Polvorines o en Ezpeleta.
Pero igual se iban, porque en esos tiempos a ninguno se le hubiera ocurrido plantarse frente a los padres para decir “A lo del abuelo Chicho no voy ni amordazado”, o “Estoy harto de que la casa de la madrina quede en Villa Lugano y de que ella me pellizque las mejillas al saludarme”. Eramos demasiado dóciles y bien educados para esos desplantes.
Y los que quedaban en el barrio resultaban demasiado escasos para un fútbol callejero, una escondida o un quemado, y se gastaban la tarde en juegos inapetentes, que se extinguían antes de terminar de tomar forma.
Eramos demasiado chicos para que nos interesaran las transmisiones de fútbol. Veíamos a los grandes atarearse, después de la siesta, revisando boletas de Prode, anotando goles y soñando vanamente con amanecer, el lunes, millonarios. Hace tanto tiempo de lo que estoy contando que todos los partidos se jugaban a la misma hora, la fecha completa, porque era más justo, porque ese era el privilegio de los clubes de Primera división, y porque a nadie se le había ocurrido todavía negociar con derechos televisivos. Pero los partidos por radio, para nosotros no pasaban de ser un rumor que servía de música de fondo para nuestros juegos o, como en domingos como esos, para nuestro aburrimiento y nuestro desgano.
Algunas de las peores diabluras que recuerdo haber perpetrado en mi niñez fueron hijas de esas tardes de domingo sin amigos y sin nada que hacer. Será por eso que creo que la maldad, en ocasiones, es hija del aburrimiento.
Y creo también que nunca pude sacarme de encima, por completo, el estigma de esas tardes de domingo alicaídas y tristes. Ya no se usa, como antes, visitar parientes viejos que vivan en la otra punta del mapa y nos esperen con facturas o budines, listos para pellizcarnos las mejillas. Una opción para sacudirme esa hojarasca de tristeza es ir a la cancha. A la que toque. A la que sea. No digo la de Independiente, porque desde que la fecha de fútbol se juega toda dividida es muy difícil que a tu club seguro le toque jugar el domingo a la tarde. Salvo que seas de Boca o de River, que tienen sus horarios estipulados y con garantía, claro.
Por eso, si a mi equipo no le toca el raro privilegio de jugar el domingo a la tarde, ya durante la mañana me preocupo por buscar en el diario, con cierta desesperación, un partido para ir a ver a la tarde. Por suerte mi hijo varón me ha salido futbolero, de modo que si le digo de ir a La Plata, Tigre, La Paternal o Sarandí a ver el partido que sea me dirá que sí y allí nos iremos.
En el camino tendremos, de fondo, la previa por la radio. Una previa escuálida, raquítica, demacrada, escalonada en los poquitos partidos que tocarán esa tarde. E iremos hablando de fútbol. O digamos más bien, discutiendo, porque mi hijo está en plena adolescencia y eso lo conduce a estar cada vez más convencido de que lo que su padre piensa –en materia de fútbol, o de política, o de filosofía, o de origami, o de mujeres, o de normas de convivencia, o de técnicas constructivas, o de recetas para preparar un té- es una redomada estupidez y está seguramente equivocado.
Y yo, mientras manejo, y disfruto de esas acaloradas discusiones, me pregunto qué domingos a la tarde serán mejores, si estos o aquellos, si los suyos o los míos. Lástima que, como en tantas otras cosas, no tengo la respuesta.
Eduardo Sacheri, Revista "El Gráfico"
Noviembre de 2011
miércoles, 25 de julio de 2012
Mercado de Pases: Europa
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| Zlatan con la camiseta del PSG |
El gran poder económico de los propietarios del club parisino, el fondo de inversión Qatar Sport Investments, le ha permitido afrontar un gasto que parece inaccesible para el resto de clubes europeos, que se ven afectados por una falta de liquidez derivada de la actual crisis económica mundial.
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| Lucio y sus nuevos colores,los de la Juve |
El Milan, que ha perdido 12 jugadores de la anterior plantilla, entre los que además de Thiago Silva e Ibrahimovic, destacan Nesta, Gattuso, Filippo Inzaqhi o Seedorf, escenifica el éxodo de figuras que está sufriendo una liga italiana que, curiosamente, registra el mayor número de movimientos de las grandes ligas europeas.
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| Forlán vuelve a Sudamerica, al Inter de Porto Alegre |
Además, el atacante uruguayo Diego Forlán, exInter de Milán, ha cruzado el Atlántico para recalar en el Internacional de Porto Alegre, situando a Brasil como el lugar de retiro para otras estrellas del fútbol europeo, como Clarence Seedorf, que jugará en el Botafogo, o Ronaldinho, que cambia el Flamengo por el Atlético Mineiro.
Entre las incorporaciones más relevantes del Calcio se encuentran las del lateral chileno Mauricio Isla y la del central brasileño Lucio a la Juventus, junto con las llegadas del centrocampista colombiano Freddy Guarín y del delantero argentino Rodrigo Palacio al Inter de Milán.
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| Palacio pasó del Genoa al Inter |
Sin embargo, el mayor desembolso en este "mercado" por un jugador en Italia lo está protagonizando el Nápoli, con una cifra de los 12 millones de euros en la contratación del extremo chileno Eduardo Vargas, procedente del Universidad de Chile.
La llegada del media punta belga Eden Hazard al Chelsea destaca entre los fichajes realizados en la Premier League. El actual campeón de Europa se ha gastado en torno a 40 millones de euros en quien algunos consideran una de las mayores promesas del fútbol europeo.
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| Podolski,nueva estrella del Arsenal de Wenger |
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| Hazard,el crack belga jugará esta temporada en el Chelsea |
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| Jordi vuelve al club que lo vio nacer |
En el resto de Europa, lo destacable está en que el Oporto se ha hecho con los servicios del delantero colombiano Jackson Martínez; el CSKA de Moscú ha incorporado al lateral brasileño Mario Fernandes; y el Anzhi ha encontrado en el delantero marfileño Lacina Traoré el complemento ideal a Samuel Eto'o.
Fuente: ESPN Deportes Gamboa
Fuente: ESPN Deportes Gamboa
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